Periodoncia

Las enfermedades periodontales son un conjunto de enfermedades que afectan a los tejidos (periodonto) que rodean y sujetan a los dientes en los maxilares.

Son enfermedades de naturaleza inflamatoria y de causa infecciosa (causadas por bacterias) que dependiendo de su grado de afectación las denominamos gingivitis, cuando el proceso inflamatorio solamente afecta al periodonto superficial (la encía) y no están afectados los tejidos que sujetan el diente. Cuando el proceso inflamatorio afecta a los tejidos periodontales profundos, se produce destrucción del hueso y ligamento que soportan y sujetan los dientes. A este grado de afectación lo denominamos periodontitis. Si la periodontitis no se trata, ésta evoluciona y destruye todo el soporte del diente y con ello se produce la pérdida del diente.

Las enfermedades periodontales son las enfermedades más extendidas del ser humano, incluye la gingivitis que consiste en una infección situada debajo de la encía, generalmente indolora que inflama la encía, hace que sangre fácilmente y si no se trata podría progresar a  periodontitis en algunos individuos.

La periodontitis, antiguamente llamada piorrea, destruye el hueso y el ligamento que soporta los dientes, provocando movilidad y separación de los dientes y si no se trata, se produce la pérdida de los mismos. Las enfermedades periodontales se pueden prevenir o, en su defecto, tratar con gran éxito, siempre y cuando se aborde el problema a tiempo y se puedan, así, conservar los dientes.

Estos procesos inflamatorios raramente cursan un dolor intenso, por lo que muchos pacientes los padecen sin ser conscientes de ello. Los primeros signos y síntomas que aparecen en las fases más tempranas de la enfermedad (gingivitis) son el enrojecimiento e hinchazón de la encía, sangrado de las encías al cepillarse los dientes o de un modo espontáneo. Cuando las enfermedades periodontales han evolucionado a periodontitis, suelen aparecer otros síntomas tales como:

1. Retracción de las encías, sensación de dientes más largos.

2. Movilidad de los dientes.

3. Separación de los dientes.

4. Aumento de la sensibilidad dentaria, sobre todo al frío.

5. Sensación de quemazón y dolor de encías.

6. Mal aliento.

7. Aparición de abscesos y flemones en la encía.

Se trata de enfermedades de causa infecciosa bacteriana. Se debe a unas bacterias que todos tenemos en la boca, alrededor de los dientes, y que si no eliminamos correctamente, ganan acceso al espacio entre el diente y la encía y pueden colonizar este espacio creciendo en número y provocando la reacción inflamatoria y destructiva que define a estas enfermedades. Las bacterias por si mismas no son capaces de provocar las consecuencias de estas enfermedades, sino que necesitan de un individuo susceptible (predisposición genética) y un medio ambiente adecuado (factores como el tabaco y, sobretodo, la mala higiene, que son causas directas en la aparición de las periodontitis)

La gingivitis es una de las enfermedades más frecuentes del ser humano, siendo muy frecuente en todas las edades ( en jóvenes 75% de 20 a 25 años ).

Una parte de las gingivitis, aún en ausencia de tratamiento, no progresan a la destrucción de los tejidos periodontales de soporte dentario ( periodontitis ). La periodontitis es muy rara en jóvenes y adolescentes (aproximadamente 1 caso/10.000). Sin embargo su frecuencia aumenta con la edad (alrededor del 10% a los 30-40 años y del 25-30% entre 50 y 60 años).

Depende, unos pacientes evolucionan rápido y otros lentamente. Los de evolución rápida acostumbran a ser jóvenes y pueden perder sus dientes en 5 años. En otros casos la evolución puede ser más lenta, pero si no se tratan adecuadamente puede llegar a perder  sus dientes.

Si el paciente está en buen estaclo de salud, normalmente no se afecta su estado general, por ser una infección localizada exclusivamente en la boca.

Sin embargo, puede afectar muy negativamente en casos de pacientes con enfermedades sistémicas crónicas tales como diabetes, enfermedades cardíacas, circulatorias, etc. Igualmente, esta demostrada una clara asociación entre periodontitis y riesgo de infarto de miocardio y riesgo de niños prematuros y de bajo peso en mujeres embarazadas. Estas infecciones también pueden representar un grave riesgo a pacientes inmunodeprimidos (pacientes con defensas bajas, tal como ocurre en pacientes en tratamiento de cancer, pacientes con SIDA, etc.).

La respuesta de si se cura o no, depende de dos factores:

1. El grado de evolución del cuadro periodontal. Por ello es de vital importancia el diagnóstico prematuro para poder realizar el tratamiento específico para esta enfermedad.
2. El grado de compromiso del paciente para cumplir las normas higiénicas. De esta forma se puede detener el proceso de reabsorción ósea.
 El objetivo del tratamiento es eliminar la infección que produce la enfermedad. Una vez controlada la infección, el proceso destructivo del hueso se detiene y de este modo se pueden conservar los dientes y los tejidos periodontales sanos.
En algunas ocasiones, disponemos de técnicas de tratamiento encaminadas no solo al control de la infección, sino también a la regeneración de los tejidos periodontales destruídos.

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